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En tu corazón naufrago mientras tus palabras llenan el silencio. Por tí me visto de primavera y en medio de este cielo cuidado por la brisa dejo caer todos mis claveles sobre antiguas tumbas.
Me resguardo en la esperanza de que estemos juntos todas las noches que le falten al tiempo, en que seas siempre tu el heredero de mis palabras hasta que sobre el tintero se quede mil veces vacía la pluma con la que escribo.
Nuestra casa poco a poco se levanta, la construimos con muchas ventanas para enseñar nuestros besos a las nubes y para que brote el amor que me empeño en sembrar en tu pecho...Te pareces al viento y yo soy solo aquella que te pide algún pájaro que sobre.
Me aprendí el sonido de tu voz, me lo aprendí esa noche de azul lento bajo una luna abierta en la que de tu acento salió una caricia inusitada y mi corazón no pudo cuidarse de este latido que te alcanzo.
Sabes que respiro apenas por milagro, dejame pues alzar este rato de música, este paisaje hermoso de tus ojos donde hago maromas, esta ilusión que tiene un misterio imponente.