"Y mi canción resonará
donde ya nada queda de tí, en la noche desierta"
donde ya nada queda de tí, en la noche desierta"
Ajmatova
Me dueles tanto...Corrí hacia tí, corrí sintiendo el temblor en mi cuerpo. Corrí hacia tí y cuando por fin llegué, lo hice para despedirte... Te tomé de la mano y sabía que ya no podia retenerte, me aferré a ella y a esas últimas palabras que sólo pude repetir... Silencio. Desprevenida te hablé el último día y mis palabras no alcanzaron para decirte
Se sacude el recuerdo.... el olor de tu mano... la besé... te despedí con un beso, con mi amor, con todo mi dolor. Cantar y sentir me fue entonces prohibido; muda y desteñida cada día en que por tu ausencia me sé privada de tí.
Te fuiste y no me miraste por última vez, te fuiste y no dijiste a dónde, me dejaste y jamás regresaste. Te grité, lo hice, ¿me escuchaste?..... silencio
Te tomé de la mano, me abandonabas... te tomé de la mano, no pedí nada... sólo ví que te ibas llevándote el color de mis ojos...
El llanto destiñe mi vida, el llanto atravesando el tiempo... Herida abierta es tu recuerdo, te sangro y no te veo... ¿me escuchas?.. El cielo está vacío, bajo. El cielo llora sobre el campo pisoteado, el cielo llora y se mezcla con mi llanto.
Padre, a tí te llamo... Padre, a tí te busco... PADRE te repito y no te encuentro... ¿cómo permaneces?La separación... todo a polvo reducido. No te lleves el sueño y la alegría, no me lances a la noche de dientes de lobo, no me abandones en un desierto demasiado callado. Me has dejado a merced del señor de la noche, extraviada en su interior disimulo el sufrir de agonía.
No conozco a la mujer de la hora de la muerte, no he visto su rostro ni me he cegado por su hermosura, tan sólo la sombra he percibido... tan sólo su ráfaga, la que me consumió cuando a su paso separó tu mano de la mía.
1 comentario:
Fugacidad, infinidad y mortalidad... la corrupción de la corporalidad humana se ve sobrellevada por la perpetuidad de una imagen, de una palabra, de un aroma... nuestro cerebro carnal se convierte en herramienta supranatural, es esencia y es vivencia... siempre quedará allí, siempre seguirás contemplando, escuchando y sintiendo con tu ser aquello que no ves, aquello que escapa a nuestros ísmos y logías...
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